La basílica se construyó en el lugar donde habría vivido San Marcos Evangelista durante su estancia en Roma en el año 41 d.C. y que más tarde se transformó en un oratorio. Entre 337 y 340, el Papa Marcos transformó el oratorio en una basílica al final de las persecuciones contra los cristianos, con la contribución de los regalos recibidos del emperador Constantino.
La basílica original fue restaurada varias veces a lo largo de los siglos. En el siglo IX, el Papa Gregorio IV lo reconstruyó casi por completo e hizo decorar el arco y los mosaicos que aún vemos hoy. En el siglo XII se añadió el precioso campanario románico. Otra transformación radical del edificio tuvo lugar en el siglo XV a instancias del cardenal Pietro Barbo, quien se convirtió en el Papa Pío Pablo II en 1464. A él le debemos la puerta central de la iglesia, rematada por un relieve que representa a Marcos Evangelista atribuido al escultor Isaia da Pisa, el pórtico con la logia voladiza con tres arcos atribuido a Leon Battista Alberti, y el techo de la iglesia en el que trabajó el arquitecto Bernardo da Fiesole en 1467. El aspecto actual de la iglesia está vinculado a la restauración iniciada en 1654-1657 y luego completada a instancias del cardenal Angelo Maria Quirini con el arquitecto Filippo Barigioni en 1735-1750, en la que la impronta fue barroco dado que aún conserva la basílica. Es una parroquia basílica, con título cardenalicio y oficiada por el Cabildo.
La Basílica de San Marco, al igual que otras basílicas situadas en los alrededores, se construyó sobre los restos de una anterior: se trata de la basílica del Papa Marcos, construida durante su breve pontificado, en el año 336 d.C. En el sótano es posible observar los muros perimetrales de la basílica paleocristiana original, perfectamente conservados y recientemente sacados a la luz. Durante las recientes excavaciones también se han encontrado tumbas que datan de alrededor del año 500, estas parecen ser de especial importancia ya que permiten deducir que, en aquella época, el derecho romano obligaba a enterrar a los difuntos fuera de la muralla.
Entrada Adulto +18 años 9,00 €
Entrada reducida 6,00 €
La visita incluye: Visita libre de la Basílica y de las excavaciones con el apoyo de una audioguía multilingüe
Desde la Estación de Termini:
Desde San Pedro
